
Posiblemente, gran parte de las tradiciones y leyendas han tenido semejante inicio.
Esta transmisión oral tenía el inconveniente de los «ruidos» que deformaban el mensaje.
Dichas reglas mnemotécnicas ayudaban tanto a la memorización como a la difusión de los relatos.
Es el caso de los poemas homéricos, que han merecido valiosos estudios sobre el particular.
Pero el papel tardó cientos de años en reemplazar al bambú y la seda, fue hasta finales del siglo II d. que la corte imperial lo usó en cantidades importantes.